En mayo de 2022, cuando los padres estadounidenses luchaban por encontrar fórmula para bebés durante una escasez nacional, la administración Biden buscó frenéticamente formas de reabastecer los estantes vacíos de las tiendas. Una de las opciones era levantar los elevados aranceles a las fórmulas importadas de otros países.
Pero mientras los abogados de la Casa Blanca redactaban una proclamación para eliminar el impuesto a las importaciones, una agencia federal se resistió: la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos.
Según documentos obtenidos por ProPublica, en vista de que los suministros de fórmulas infantiles cayeron precipitadamente en todo el país tras el cierre de una importante planta de producción, los funcionarios de la USTR se opusieron reiteradamente a levantar el arancel a las importaciones, citando, en parte, la preocupación de que esto suscitaría “muchas preguntas de los productores lácteos nacionales”. La leche de vaca es un ingrediente principal de la mayoría de las fórmulas infantiles, y la industria láctea ha apoyado durante mucho tiempo las protecciones para los fabricantes estadounidenses.
“La situación en el comercio minorista parece ser una combinación de transporte/envío y compras de pánico por parte de los consumidores, no un problema de producción interna inadecuada”, escribió Julie Callahan, funcionaria de la USTR, en un correo electrónico del 11 de mayo a un funcionario del Consejo de Seguridad Nacional, que estaba ayudando a coordinar la respuesta de la administración.
Al día siguiente, dijo a sus colegas: “Ayer intenté transmitir al NSC en términos muy enérgicos que eliminar los aranceles a las fórmulas infantiles no resultará en un mayor acceso a las fórmulas infantiles para los consumidores estadounidenses”.
La Casa Blanca nunca publicó la proclamación y los aranceles permanecieron vigentes durante 10 semanas más, hasta que el Congreso los suspendió temporalmente el 21 de julio.
Ese retraso fue demasiado largo, según un nuevo informe de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina.
“Tal acción debió haberse tomado con mayor rapidez”, señala el informe, un hallazgo que plantea interrogantes sobre la evaluación de los principales asesores comerciales del presidente. Un panel de expertos concluyó que “suspender los aranceles fue útil para traer productos a Estados Unidos durante la escasez”.
De hecho, el informe recomendó al Congreso crear una “regla de activación” para suspender automáticamente los impuestos a las importaciones nuevamente si el mercado se ve afectado de manera sustancial. “La eliminación rápida puede ser importante para proporcionar una respuesta rápida en el futuro”, dijo Katheryn Russ, miembro del panel de expertos que elaboró el informe y profesora de Economía en la Universidad de California, Davis.
No está claro por qué la Casa Blanca no emitió su proclamación; no respondió a nuestras preguntas escritas sobre el tema.
Sin embargo, un portavoz de la USTR defendió la respuesta de la administración y dijo en una declaración que “estaba comprometida a utilizar todas las herramientas, incluidas las herramientas comerciales, para abordar la escasez de fórmula y garantizar que las familias estadounidenses pudieran acceder a la fórmula infantil”. Los funcionarios estaban en estrecho contacto con el Congreso, que finalmente votó a favor de eliminar los aranceles con el apoyo de la administración, dijo.
“Para ser claros, cualquier insinuación de que el USTR se interpuso en el camino para abordar la crisis es completamente falsa”, afirma el comunicado.
Este año, ProPublica detalló cómo el gobierno de Estados Unidos ha utilizado repetidamente su poder diplomático y político para promover los intereses de los fabricantes de fórmulas en el extranjero, frustrando las medidas de salud pública en todo el mundo que planteaban amenazas financieras a los negocios de las empresas. Pero los documentos del momento álgido de la escasez de fórmulas en Estados Unidos muestran que algunos de los mismos funcionarios comerciales (en particular, de la USTR) ejercieron esa fuerza para proteger a la industria de las fórmulas y a sus aliados en el país, incluso durante una emergencia nacional que puso en riesgo a los niños.
La crisis se agravó rápidamente a principios de 2022, después de que Abbott detuviera la producción de fórmula en su planta de Sturgis, Michigan, que producía el 20% de la fórmula vendida en EE. UU. Cuatro bebés enfermaron o murieron después de beber la fórmula elaborada allí, y los inspectores federales encontraron más tarde contaminación bacteriana y protocolos de seguridad laxos en la planta. En abril, casi un tercio de los productos de fórmula normalmente disponibles estaban agotados. A fines de mayo, esa cifra era del 70%.
La escasez provocó un pánico generalizado. Muchos bebés que tuvieron que cambiar de marca de fórmula debido a ello desarrollaron síntomas como irritabilidad, regurgitación o diarrea, y casi la mitad de los padres encuestados dijeron que habían recurrido a al menos una práctica de alimentación insegura, como diluir la fórmula en agua.
Jennifer Smilowitz, investigadora de la Universidad de California que estudió el impacto de la escasez, calificó esos hallazgos de “alarmantes”.
“A los padres no se les ofrecieron muchas alternativas seguras”, dijo.
Estados Unidos tuvo dificultades para reemplazar la producción perdida con importaciones extranjeras, en parte debido a las estrictas regulaciones sobre nutrición y seguridad, así como a los altos aranceles que aumentan a medida que se incrementan los volúmenes.
El nuevo informe señala que esas “barreras comerciales extremadamente altas” dejan al mercado estadounidense de fórmulas infantiles “casi completamente cerrado a las importaciones”, una situación que pone en peligro el suministro cuando un importante productor nacional tiene problemas. Estados Unidos produce normalmente el 98% de las fórmulas infantiles que utilizan los consumidores del país.
Para fomentar más importaciones en 2022, la administración Biden, que también estaba trayendo fórmula desde Europa, preparó un plan de alivio arancelario, según muestran los registros.
“Tengo entendido que existe una proclamación comercial que suspendería temporalmente los aranceles a las importaciones de fórmulas infantiles”, escribió un abogado de la administración en un hilo de correos electrónicos del 15 de mayo. El entonces asesor de la Casa Blanca, Stuart Delery, escribió cinco minutos después: “Se nos ordenó preparar una proclamación para estar listos para mañana, lo cual hemos hecho”.
Cuando Callahan, la funcionaria del USTR, respondió, su preocupación se centró en las empresas que se verían afectadas por la medida. Los grupos más importantes de la industria láctea, dijo, deberían recibir “un aviso antes de que se publique cualquier comunicado de prensa, para que no se sientan sorprendidos”.
Los funcionarios de comercio también estaban descontentos con el Departamento de Salud y Servicios Humanos, que, según los registros, parecía estar criticando los aranceles de fórmula en conversaciones con los líderes del Congreso.
“La oficina del presidente de la Cámara de Representantes nos dice que el HHS está culpando a un arancel del 17 por ciento sobre la fórmula como la razón de la escasez”, escribió la funcionaria de la USTR Allison Smith a sus colegas el 16 de mayo. “Obviamente, eso es un problema”.
Agregó: “Definitivamente queremos contrarrestar los mensajes que llegan del HHS y, en general, llenar el vacío de información”.
Más tarde ese día, el personal de la USTR circuló borradores de puntos de discusión diciendo que la administración estaba “explorando todas las vías” para aumentar la disponibilidad de fórmula y que las empresas nacionales habían aumentado la producción. El documento no mencionó la reducción de aranceles como una opción y sugirió que los funcionarios eludieran preguntas sobre el tema.
“Si se les pregunta sobre las reducciones arancelarias”, instruyó, digan: “Esperamos que esta acción adicional tomada por la Administración Biden resulte en un alivio de la escasez actual de suministro”.
Callahan, Delery y Smith no respondieron a las solicitudes de comentarios. Tampoco lo hizo el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Cuando el Congreso comenzó a considerar la posibilidad de actuar, los grupos comerciales de productos lácteos y fórmulas infantiles opinaron.
La Federación Nacional de Productores de Leche manifestó su disposición a adoptar una “flexibilidad temporal limitada para las importaciones durante esta crisis específica”, según un correo electrónico de la USTR, que citaba un mensaje que el grupo lácteo había enviado al Capitolio. Pero el grupo advirtió: “No apoyaríamos una reducción permanente o a largo plazo” de los aranceles.
Esa postura parecía estar alineada con la del Consejo de Nutrición Infantil de Estados Unidos, un grupo comercial de fórmulas, que aumentó drásticamente su cabildeo en ese momento, según muestran los registros. “Los miembros del INCA no se opusieron al levantamiento temporal de los aranceles durante la escasez de 2022”, dijo el grupo en un comunicado.
Abbott dijo que también apoyaba la suspensión de los impuestos a las importaciones “en tiempos de escasez, siempre y cuando esos productos se sometan a los mismos estándares estrictos de calidad y pruebas que los productos fabricados en instalaciones estadounidenses”. En un comunicado, la compañía dijo que “ningún producto sellado y distribuido desde nuestras instalaciones ha dado positivo en las pruebas de presencia de Cronobacter sakazakii”, en referencia al tipo de bacteria que enfermó a los cuatro bebés.
El proyecto de ley para levantar los aranceles a las fórmulas infantiles importadas se promulgó en julio de 2022. Según la legislación, las exenciones expirarían a fin de año.
“La naturaleza limitada en el tiempo de la legislación fue para asegurar que Estados Unidos no cree una dependencia permanente de la fórmula producida en instalaciones extranjeras”, dijo Shawna Morris, vicepresidenta ejecutiva de la Federación Nacional de Productores de Leche, en una declaración.
El nuevo informe de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina concluyó que la disponibilidad de fórmulas infantiles sigue en riesgo. Entre las razones: la producción concentrada en un puñado de empresas y la falta de comprensión por parte de los funcionarios federales y los fabricantes de fórmulas infantiles tanto de los riesgos que enfrenta el suministro de fórmulas infantiles en Estados Unidos como de la inversión necesaria para evitar tales interrupciones.
El análisis instó a los funcionarios federales a reducir la burocracia durante las emergencias, desarrollar planes de gestión de riesgos para abordar mejor las amenazas al suministro y alentar la modernización de las plantas de fórmula de Estados Unidos.
El informe también recomendó estudiar la posibilidad de eliminar los aranceles a las fórmulas o de reducirlos para los fabricantes estadounidenses con plantas en otros países. Russ, miembro del panel, dijo que los responsables de las políticas necesitan más información sobre lo que sucedería si se eliminaran las barreras comerciales, como los aranceles, a largo plazo. La industria estadounidense podría trasladarse al extranjero como resultado, por ejemplo, lo que, según ella, podría dificultar la solución de las interrupciones en la cadena de suministro.
El panel dijo que su intención era que sus recomendaciones ayudaran a “garantizar que Estados Unidos esté mejor posicionado para responder a cualquier escasez futura”.
El Consejo de Nutrición Infantil dijo que sus miembros están revisando el informe y trabajarán con funcionarios federales para garantizar que haya un suministro adecuado de fórmula segura.
El año pasado, un grupo bipartidista de senadores presentó una ley para eliminar los impuestos sobre algunas fórmulas extranjeras de forma permanente, pero no ha avanzado. La Federación Nacional de Productores de Leche se opuso al proyecto de ley y dijo que “el Congreso debería centrar sus esfuerzos en apoyar mejor a las empresas, los trabajadores y los agricultores estadounidenses que abastecen casi todas las necesidades de fórmulas e ingredientes de fórmulas de este país”.
El grupo de productos lácteos dijo a ProPublica que también lucharía contra una propuesta para crear una “regla de activación”, como recomendaba el informe, que levante automáticamente los aranceles en caso de crisis, y dijo que “el Congreso ha demostrado que puede actuar rápidamente cuando es necesario”.
