Detroit. El sindicato del sector automovilístico estadunidense United Auto Workers (UAW), anunció la noche de este jueves su decisión de ir a huelga en tres plantas de los principales fabricantes del país –a partir de la medianoche– ante la falta de acuerdo sobre aumento salarial y mejores prestaciones.
El presidente del UAW, Shawn Fain, dijo que el sindicato paralizará tres fábricas donde laboran 13 millones de trabajadores y que incluyen una planta de General Motors en Wentzville, Misuri; una instalación de Stellantis –que incluye a Fiat, Chrysler y Peugeot– en Toledo, Ohio, y una de Ford en Wayne, Michigan.
“Esta noche, por primera vez en nuestra historia, atacaremos a los tres grandes a la vez”, dijo Fain en una transmisión en vivo de Facebook. Agregó que la huelga podría extenderse a otras instalaciones si las negociaciones no se resuelven como pide el sindicato.
Los contratos entre 146 mil trabajadores del sector automovilístico y las empresas expiraron a la medianoche de este jueves.
En dos meses de negociaciones, los representantes del UAW y los líderes de los “Tres Grandes” –General Motors, Ford y Stellantis, que controla Chrysler–, no lograron ponerse de acuerdo sobre el contenido de un nuevo convenio colectivo de cuatro años.
El sindicato presentó una lista de demandas que incluyen aumentos salariales del 36 por ciento en cuatro años, aumentos de las prestaciones y el fin de los diferentes niveles salariales para los trabajadores.
Ford y GM ofrecieron de último momento un aumento del 20 por ciento durante el próximo contrato, mientras que la última oferta conocida de Stellantis fue del 17,5 por ciento.
El abismo entre las dos partes amenaza con provocar la primera huelga simultánea contra las tres compañías de Detroit en los 88 años de historia del sindicato, acción que provocaría una choque potencial para la mayor economía del mundo que está bajo presión por la elevada inflación.
El presidente del UAW indicó que el movimiento es un punto de inflexión que compara con los años 1930, en particular con la huelga de 1936-1937 en General Motors en Flint (Michigan), verdadero nacimiento del UAW, creado en 1935.
La consultora Anderson Economic Group (AEG) calcula que una huelga de 10 días podría representar más de 5 mil millones de dólares en ingresos perdidos para la economía estadunidense.
El presidente Joe Biden habló con los líderes del sindicato y de los fabricantes de automóviles, ya que una huelga también podría resultar políticamente costosa para él, dijo CNN. Y es que un conflicto social prolongado podría tener consecuencias para el presidente más sindicalista en la historia de Estados Unidos, que busca su relección y enfrenta críticas de la oposición por la inflación.
Los analistas de JPMorgan creen que un fuerte aumento de los salarios tendría un impacto en los precios de venta de los vehículos, empujando a los conductores a “conservar su coche por más tiempo” en lugar de comprar un modelo nuevo.
Ford culpó al sindicato por el estancamiento. “Si se implementa la propuesta, duplicaría con creces los costos laborales actuales de Ford, que ya son significativamente más altos que los de Tesla, Toyota y otros fabricantes de automóviles de propiedad extranjera en Estados Unidos que utilizan mano de obra no representada por sindicatos” .
