La fibra ayuda a promover las deposiciones regulares al agregar volumen a las heces, facilitando su evacuación y reduciendo la probabilidad de estreñimiento. La fibra soluble, que se encuentra en alimentos como la avena y los frijoles, absorbe agua y forma una sustancia similar a un gel que ayuda a regular el proceso de digestión. La fibra insoluble, que se encuentra en los cereales integrales y las verduras, ayuda a mover el material a través del sistema digestivo de manera más eficiente.
- Apoya la salud del corazón
Una dieta rica en fibra se ha relacionado con un menor riesgo de enfermedad cardíaca. La fibra soluble, en particular, ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre al unirse al colesterol en el sistema digestivo y eliminarlo del cuerpo. Esto puede reducir el colesterol LDL “malo”, que es un factor de riesgo de enfermedad cardíaca. Además, los alimentos ricos en fibra suelen tener menos grasas y calorías, lo que favorece la salud del corazón al contribuir a un mejor control del peso y una reducción de la inflamación.
- Ayuda en el control del azúcar en sangre**
La fibra, especialmente la fibra soluble, ayuda a retardar la absorción de azúcar, lo que puede ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre. Esto es particularmente beneficioso para las personas con diabetes o aquellas con riesgo de desarrollar la afección. Una dieta rica en alimentos ricos en fibra puede ayudar a prevenir picos en los niveles de azúcar en sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina, contribuyendo a un mejor control de la glucosa en sangre a largo plazo.
- Ayuda con el control del peso
Los alimentos ricos en fibra suelen llenar más que las opciones bajas en fibra, lo que ayuda a las personas a sentirse llenas durante períodos más prolongados. Esto puede reducir la ingesta total de calorías y ayudar a controlar el peso. Los alimentos ricos en fibra también son generalmente menos procesados y tienen una menor densidad energética, lo que significa que proporcionan menos calorías por gramo, lo que puede ayudar a controlar el peso con el tiempo.
- Reduce el riesgo de ciertas enfermedades
Una dieta rica en fibra se asocia con un riesgo reducido de desarrollar ciertas enfermedades crónicas, como diabetes tipo 2, cáncer colorrectal y enfermedades cardiovasculares. Se ha demostrado que la fibra contenida en los cereales integrales, las frutas y las verduras promueve un microbioma intestinal saludable, lo que está relacionado con un menor riesgo de inflamación y enfermedad.
- Apoya la salud intestinal
La fibra también es vital para mantener un microbioma intestinal saludable. Ciertos tipos de fibra, conocidos como prebióticos, actúan como alimento para las bacterias intestinales beneficiosas, ayudándolas a prosperar y respaldar la salud digestiva general. Un equilibrio saludable de bacterias intestinales es crucial para un sistema inmunológico fuerte, salud mental y absorción de nutrientes.
Conclusión
Incorporar cantidades adecuadas de fibra a tu dieta diaria es clave para mantener una buena salud. Se recomienda que los adultos consuman entre 25 y 38 gramos de fibra al día, según la edad y el sexo. Al centrarse en alimentos integrales de origen vegetal, como frutas, verduras, cereales integrales y legumbres, las personas pueden satisfacer fácilmente sus necesidades de fibra, mejorar la digestión, la salud del corazón, el control del peso y reducir el riesgo de diversas enfermedades crónicas.
Publicado por Mayo Estilo de Vida Saludable