Por el Dr. Isaac Newton
News Americas, NUEVA YORK, NY, lunes. 28 de octubre de 2024: A sólo ocho días del 5 de noviembre, la carrera por la próxima presidencia de Estados Unidos baila con intensidad, anticipación y emoción. Ganar no se trata sólo de los hechos; se trata de cómo la gente percibe a los candidatos. Las campañas están diseñadas para influir en la opinión pública, guiando lo que les importa a los votantes y en quién confían para liderar. Al seleccionar temas clave, elaborar narrativas convincentes, resaltar las debilidades de los oponentes y administrar sus presupuestos de manera inteligente, los equipos de campaña priorizan la narración sobre la transparencia total. Esta estrategia es evidente tanto en la campaña de Harris como en la de Trump.
Las campañas destacan cuestiones específicas para dar forma a lo que los votantes consideran importante. Por ejemplo, el equipo de Harris se centra en la justicia social y el cambio climático, y presenta estos temas como esenciales para el futuro. En contraste, el equipo de Trump enfatiza la libertad económica y los valores tradicionales. Al priorizar estos temas, cada campaña alienta a los votantes a alinearse con sus perspectivas.
Sin embargo, no basta con nombrar los problemas; Las campañas crean historias interesantes a su alrededor. El equipo de Harris promueve temas de progreso e inclusión, mientras que el de Trump se centra en preservar las tradiciones estadounidenses. Estas narrativas ayudan a los votantes a sentirse conectados con los candidatos, pintando visiones identificables que resuenan con sus creencias.
Las campañas también trabajan para exponer los defectos de sus oponentes, generando dudas y desconfianza. El equipo de Harris a menudo analiza los desafíos legales de Trump y lo que consideran su lenguaje divisivo, mientras que la campaña de Trump critica a la administración Biden-Harris como ineficaz. Al resaltar estas debilidades, cada lado intenta desviar a los votantes del otro.
La forma en que las campañas asignan sus recursos es crucial para una divulgación eficaz. El equipo de Harris utiliza plataformas digitales para atraer a votantes más jóvenes y progresistas, mientras que el equipo de Trump depende de mítines y anuncios que conectan directamente con sus leales seguidores. Estas estrategias no sólo conservan fondos sino que también mejoran la imagen de cada candidato al involucrar a las personas donde son más activas.
En última instancia, dar forma a las emociones suele ser más importante que presentar los detalles en las campañas. Por ejemplo, la campaña de Harris podría enfatizar la urgencia de los derechos de las mujeres y un futuro esperanzador para conseguir apoyo, enmarcando estos temas como críticos. Mientras tanto, la campaña de Trump frecuentemente hace afirmaciones audaces sobre el crecimiento económico y la seguridad, a menudo sin dar detalles. De esta manera, las narrativas elaboradas moldean la opinión pública, mostrando que las percepciones ganadoras pueden pesar más que los hechos.
NOTA DEL EDITOR: El Dr. Isaac Newton es un consultor de liderazgo internacional y asesor político que colabora con gobiernos y empresas en África occidental, el Caribe y América Latina. Tiene títulos de Oakwood College, Harvard, Princeton y Columbia y escribe sobre liderazgo, política y cuestiones económicas.