Por el Dr. Isaac Newton
News Americas, NUEVA YORK, NY, miércoles. 27 de noviembre de 2024: La sucesión del liderazgo nunca es una cuestión de azar; exige una planificación deliberada e intencional. En los sectores empresarial, académico, político y religioso, las organizaciones prosperan cuando los líderes asumen la responsabilidad de preparar a la próxima generación. Sin embargo, muchos evitan esta tarea crucial, alegando temor a ser reemplazados, falta de confianza o falta de voluntad para compartir la autoridad. Esta desgana a menudo conduce al estancamiento, la frustración y, finalmente, al fracaso, a medida que las organizaciones fracasan sin caminos claros para la próxima generación. La transición improvisada suele ser un proceso complicado.
La planificación de la sucesión no es simplemente una tarea procesal; es una obligación ética. Los líderes que se centran en la transición, la transformación y la traducción hacen que sus organizaciones sean más fuertes y resilientes. La transición garantiza un traspaso fluido del liderazgo, evitando interrupciones. La transformación fomenta la innovación, empoderando a la organización para evolucionar y enfrentar los desafíos emergentes. La traducción une los valores fundamentales con las realidades futuras, garantizando que lo que representa la organización siga siendo relevante y identificable.
Cuando se descuidan estos elementos, las consecuencias son nefastas. Las empresas fracasan a medida que las brechas de liderazgo sofocan la toma de decisiones y la innovación. Las universidades pierden impulso y se aferran a métodos obsoletos. Los sistemas políticos se erosionan a medida que las luchas de poder socavan el progreso. Las organizaciones religiosas pierden relevancia sin líderes que puedan conectarse con las nuevas generaciones. Por ejemplo, la perfecta transición de Apple de Steve Jobs a Tim Cook demuestra el poder de la planificación intencional, ya que Cook fue preparado para sostener e innovar más allá de la visión de Jobs. Las universidades con sólidos programas de tutoría capacitan a los futuros académicos para llevar adelante el rigor académico. En política, la tutoría del ex Primer Ministro de Jamaica, Percival Noel James Patterson, sobre líderes emergentes ejemplifica un compromiso con la renovación. Líderes religiosos como Desmond Tutu aseguraron la continuidad de sus misiones preparando sucesores que pudieran adaptarse a nuevos paisajes culturales sin perder su propósito principal.
A pesar de la necesidad de sucesión, muchos líderes se resisten. El miedo a la irrelevancia, el deseo de control o la incapacidad de ver más allá de su propio mandato a menudo bloquean la planificación intencional. Esta mentalidad debilita a las organizaciones y sofoca la innovación. El liderazgo se vuelve miope y se centra en preservar la influencia personal en lugar de cultivar un impacto duradero.
Las organizaciones que prosperan priorizan la sucesión. Los líderes deben orientar y desarrollar activamente el talento en ascenso, creando una cultura de coaching que fomente el crecimiento. Los programas estructurados como los de Google demuestran el poder de la tutoría deliberada para formar futuros líderes. La institucionalización de los canales de liderazgo garantiza la preparación y la resiliencia, como se ve en el sistema escalonado del ejército para preparar a los oficiales para responsabilidades cada vez mayores. Los modelos de liderazgo colaborativo también generan confianza y minimizan los conflictos, lo que permite a los líderes actuales y emergentes trabajar juntos hacia una visión compartida.
La planificación de la sucesión se centra en algo más que la continuidad; prioriza el progreso. Los líderes que invierten en otros dejan legados que sobreviven a su mandato. En un mundo definido por cambios rápidos, esta intencionalidad es esencial. Al asesorar, promover y fomentar la transformación, los líderes de hoy garantizan que sus organizaciones no sólo florezcan sino que florezcan en los desafíos inciertos, únicos e impredecibles del mañana.
¿Se recordará su liderazgo por lo que logró o por cómo preparó y empoderó a otros para lograr más? La elección es tuya.
NOTA DEL EDITOR: El Dr. Isaac Newton es un experimentado estratega de liderazgo, experto en desarrollo organizacional y profesional capacitado en Harvard, Princeton y Columbia con más de 30 años de experiencia global. Reconocido por su capacidad para cultivar líderes visionarios, se especializa en fomentar la planificación de sucesión intencional para garantizar la resiliencia y el crecimiento organizacional. El Dr. Newton ha asesorado a gobiernos, empresas e instituciones académicas sobre prácticas de liderazgo transformadoras que unen la tradición con la innovación, dejando a las organizaciones más fuertes de lo que él las encontró. Como prolífico mentor y líder intelectual, está comprometido a preparar a la próxima generación de líderes para navegar las complejidades de un mundo que cambia rápidamente con claridad, creatividad y propósito.