Actriz inglesa Margarita Ridley Ha estado viviendo con la enfermedad de Graves durante casi un año.
“Es la primera vez que comparto eso”, compartió Ridley, de 32 años, en su La salud de la mujer artículo de portada, publicado el martes 6 de agosto, que revela que le diagnosticaron la enfermedad de Graves, una “afección del sistema inmunológico que afecta la glándula tiroides”, según la Clínica Mayo, en septiembre de 2023.
Después de filmar la película Urracaque se estrenó en el festival SXSW en marzo, Ridley comenzó a “sentirse mal”, pero lo atribuyó al “papel estresante” que acababa de terminar.
“Fue divertido, pensé: ‘Oh, pensé que estaba molesto con el mundo’, pero resulta que todo está funcionando tan rápido que no puedes relajarte”, explicó Ridley.
Tras su diagnóstico, comenzó a tomar medicación y se centró en su dieta, y tomó la decisión de dejar de consumir gluten además de llevar un estilo de vida vegano. (Ridley ya había compartido anteriormente sus diagnósticos de endometriosis y síndrome de ovario poliquístico).
“No soy demasiado estricta con esto, pero en general, reducir el consumo de gluten me hace sentir mejor”, dijo la actriz a la revista. “Siempre me he preocupado por mi salud y ahora estoy tratando de ser más consciente de mi bienestar. Hago muchas cosas holísticas, pero también entiendo que es un privilegio poder hacer esas cosas”.
Ahora, Ridley utiliza saunas infrarrojos, crioterapia, recibe masajes y acupuntura además de su rutina habitual.
“No me había dado cuenta de lo mal que me sentía antes”, dijo, en parte, explicando que se ha vuelto “normal” que las mujeres “no se sientan bien”.
Ridley no es ingenua respecto del hecho de que su diagnóstico de enfermedad de Graves es “mucho menos severo que lo que mucha gente padece”, pero abogó por que las personas busquen respuestas sobre su salud si perciben un problema.
Esta no es la primera vez que Ridley habla públicamente sobre su salud. A principios de este año, admitió que haber sido elegida para interpretar a Rey en la Guerra de las Galaxias La franquicia le provocó problemas de salud y una mayor ansiedad. Si bien Ridley pensó al principio que estaba “afrontando bien” la presión, con el tiempo se dio cuenta de lo contrario.
Ridley dijo Inverso revista en enero que su ansiedad empeoró tanto después El último Jedi Se estrenó en 2017 y desarrolló “agujeros en la pared del estómago”. Esto la llevó a tomarse un descanso de Hollywood antes de la película de 2019. El ascenso de Skywalker.
“Después de que salió la última película de Star Wars y todo quedó en silencio, pensé: ‘¿Qué demonios?’. Estaba de duelo”, recordó, y señaló que el confinamiento de 2020 resultó “útil” para su salud. “Me di cuenta de que había muchas cosas que no había procesado adecuadamente”.