Si le preocupa perder su billetera, puede adquirir una tarjeta de seguimiento por $49 adicionales. Opté por la versión de Android, que funciona con la red Chipolo para mostrar la última ubicación conocida de tu billetera en un mapa. También hay una versión de iOS que funciona con la red Find My de Apple. Como todos los mejores rastreadores, ambas versiones te permiten hacer sonar tu billetera desde tu teléfono, lo cual es ideal cuando tienes que tomar un tren y tu billetera se ha deslizado entre los cojines del sofá. Incluso puedes configurar alertas de abandono, para que te avisen si tu billetera sale del alcance de tu teléfono.
La duración de la batería es de hasta seis meses para el rastreador de iOS y alrededor de tres para la versión de Android. Puedes enchufar el modelo iOS para recargar, pero el rastreador de Android tiene un pequeño panel solar para mantenerlo cargado. Son tan gruesas como un par de cartas y caben perfectamente en el bolsillo del dorso. Nunca he perdido mi billetera.
Más minimalista
Si bien el Parlamento de Ekster es mi favorito, he probado algunos de los otros modelos de Ekster. El Cardholder y el Cardholder Pro abandonan el exterior de cuero para obtener un acabado aún más elegante y vienen en algunos colores y patrones divertidos como magma forjado y fibra de carbono. Conservan el gatillo y otras características y son perfectos si prefieres viajar lo más ligero posible. Le he regalado un par y mi hijo mayor usa el tarjetero Ekster y le encanta.
El espacio es limitado cuando optas por una billetera minimalista como esta, y no hay espacio para monedas y solo espacio limitado para billetes. Pero hay complementos opcionales. Los extras modulares incluyen una tarjeta multiherramienta ($49), una placa posterior con clip para efectivo ($29) y una bandeja para monedas ($29). La bandeja para monedas es bastante útil y también puede acomodar una llave, pero no querrás agregar demasiados extras o tu billetera se agrandará.
Al fin y al cabo, el Parlamento de Ekster lo llevo en mi bolsillo desde hace varios años y todavía funciona perfectamente. Nunca extraño mi vieja y gorda billetera y todavía disfruto apretar el gatillo cada vez que tomo mi tarjeta. El rastreador también me ha salvado la vida un par de veces, asegurándome que dejé mi billetera en mi otra chaqueta y no en algún lugar. Es un poco caro, pero podría ser la última billetera que necesites comprar.